RiDICK in The Ojos
Como muchos saben soy el creador de Andes Infernal, produzco carreras extremas de Skyrunning. A principios de año logramos la skyrace y KV en Ojos del Salado, el volcán activo a mayor altitud del mundo. Pico Lenin con 7.134 msnm es la carrera a mayor altitud de todos los tiempos aunque ya no se realiza, nobleza obliga.
Ya tenemos dos nuevos lugares para que Andes Infernal venza a Andes Infernal, Aconcagua e Himalaya, inscripciones abiertas si quieres ser pionero y extremo de verdad.
Cuando Latitud Sur apareció en escena en el mismo lugar, no podíamos oponernos, porque las montañas son libres. Pero si lamentamos la copia del lugar, el concepto y objetamos sus presentaciones en redes sociales porque en diversas publicaciones se vendían directamente como la carrera a mayor altitud del mundo, otras veces de una forma rebuscada torciendo el lenguaje, a pesar de que sabían perfectamente que fuimos los primeros en plantear e intentar una carrera. Hacer un evento ahí no es simple, nos hemos quedado sin corredores, con los pasajes comprados, un año con nevazón histórica y otros percances más. Pero lo más importante es que nuestro resultado a principios de año nos convirtió en la skyrace a mayor altitud del mundo sin discusión.
Siempre con la verdad como valor principal, línea que hemos seguido en todos nuestros eventos.
Este año Latitud ejecutaría su segunda versión con 8 corredores, 3 de ellos seleccionados nacionales. Yo viendo el clima ideal que tendrían, la escasa nieve y la calidad de los atletas, suponía que era un hecho casi seguro que lograrían coronarse como la carrera a mayor altitud del mundo, pues nosotros no habíamos hecho cumbre al bajar la meta unos pocos metros por seguridad en nuestra segunda versión.
Sin embargo el día lunes 27 de noviembre contra todo pronóstico LSE anuncia en sus redes sociales que la carrera llegó sólo a 6.600 msnm y 3 corredores regresan a Santiago. El día 29 en la mañana LSE sorpresivamente anuncia que van por un nuevo intento y luego el resto es historia conocida, mucha difusión, mucha alegría -llantos incluidos- señalando que la carrera logró cumbre. En el Mercurio se terminó vendiendo como la de mayor altitud del mundo y como posiblemente una de las más extremas.
Di por hecho que así era y fui por la tabla de posiciones del KV para ver como había quedado, porque nosotros habíamos definidos dos segmentos de Strava ahí, pero aquí comienzan las cosas extrañas, no había ningún Strava disponible del día 29, si del día 27. Los guías de la carrera que conozco tampoco habían publicado nada. Rarísimo que uno participe en una carrera y no haya ni un solo Strava, menos considerando el hecho de que esa montaña no es cualquier montaña. Volví a revisar uno por uno los Strava para asegurarme, hasta que tuve un golpe de suerte, el corredor argentino Mauricio Correa sí lo tenía publicado, pero atención, iniciaba su carrera en Refugio Tejos y terminaba en Tejos. Para que entiendan y esto es clave, ese lugar se encuentra a 600 metros de desnivel más arriba del punto de partida de la carrera, que es refugio Atacama y a tres kilómetros de distancia. Y desde Tejos a la cima sólo quedan 4 kilómetros. En términos de esfuerzo, es un ahorro más que significativo. Si eres un corredor lento, recortas 3 horas y si eres rápido 1 hora aproximadamente.
Por otro lado, en estos desafíos es común que si alguien no lo logra, lo sumen por cortesía, o quizás Mauricio simplemente había olvidado poner el cronómetro. La duda que quedaba es porque volvía a detenerlo en Tejos. Eso estaba rarísimo.
Con ese dato duro en la mano, el siguiente paso era confirmarlo con alguien más, un aventurero suizo que justo estaba preparando la ruta para el récord del Porsche 911 en el Ojos, confirmó que nadie había logrado cumbre el día 27, pero no tenía detalles del 29.
Hasta que logré una declaración off the record de un participante directo del evento. La historia de primera mano es la siguiente:
LSE, Andes Infernal y la mayoría de quienes intentan cumbre inician su ascenso desde refugio Atacama a 5.200 msnm. pero los guías más comerciales suben a sus clientes en camioneta para evitarles el porteo hasta Tejos a 5.800, sobretodo cuando son más débiles, aumentando dramáticamente las posibilidades de éxito.
La venta fue la siguiente para los corredores, les dijeron que subirían en modo paseo, no en carrera, pero rápido para un último intento de cumbre porque quedaba poco tiempo para volver a Copiapó. Procedieron a llevarlos en camioneta hasta Tejos -de hecho se puede subir prácticamente hasta el cono en vehículo- para 5 corredores había 5 personas del staff, lograron su anhelada foto de cumbre y finalmente los bajaron desde Tejos en camioneta nuevamente hasta la partida y meta original.
Luego Pablo Garrido tomó la fallida carrera del día lunes donde habían llegado hasta 6.600 msnm y la pegó con la cumbre turística del día 29 y lo convirtió en un evento exitoso.
En la primera edición habían llegado a los 6.500 msnm y pienso que en su mente no podía volver con otro fracaso entre las manos y para ello engañó a su público, al auspiciador North Face y al Mercurio contando la mentira que posiblemente se haya urdido a mayor altitud del mundo en el último tiempo.
No faltará el que diga, bueno pero que importa, lograron la cumbre igual, pero no es así. Porque omitieron contar que un 43% del recorrido se hizo en camioneta, algo absolutamente condenable en una carrera de Trail o Skyrunning y eso ni siquiera necesita explicación.
Me llama la atención profundamente que casi ningún corredor o miembro del staff le haga ruido esta situación y hayan guardado silencio sepulcral, aún después de ver la venta del evento en las redes sociales de Latitud Sur Expedition.
Finalmente seamos abogado del diablo, las carreras en montaña por seguridad recortan sus recorridos regularmente, por tanto, partir desde otra posición sería lícito. Eso es correcto, pero detallazo, se hace en las partes altas, nunca en la partida/meta porque se entiende que el peligro está arriba y por último si rebuscadamente lo aceptamos como válido, hay que contar que el día 27 la partida estaba en Atacama y el 29 en Tejos y el otro pequeño detallito, que ya que no era carrera.
Como partí contando, claramente yo soy parte interesada en este caso, pero aunque no lo fuera lo habría publicado igual porque me enseñaron a combatir la mentira, no la soporto.
La mentira nos transforma en sus esclavos. Les recomiendo ir con la verdad por delante, así dormirán tranquilitos todas las noches y no quedarán en vergüenza.
Marcelo Rojas
El Leproso