Era obvio que en el evento Desafío Carbón de Merrell iba a quedar la cagada. Se necesitaban dos dedos de frente. Un regalo de 350 mil pesos en descuentos sin condiciones, sin bases legales, sin cupos máximos, sin preinscripción, sin condiciones de tiempo, ni regla de circuito. Sólo indicaba que debías estar en la cumbre entre las 7 y 7:15 AM. Técnicamente podías llegar en parapente, bicicleta eléctrica, o podías acampar en la cumbre si te daba la regalada gana y listo.

El día que vi el reel vislumbré el problema, lo posteé de hecho. Hice una proyección simple. 500 cristianos a 350.000 lucas serían 175 millones de pesos de costo. Si llegaban 1.000, serían 350 millones. Se echarían todo el presupuesto anual de marketing de una o sería una tajada relevante. Pensé en llamar a los encargados, pero mi otro yo me dijo, deja que la caca fluya, no te metas.

Y sucedió lo que ya todos sabemos que pasó "éxito rotundo"

Mundo Running, medio que cubrió el evento señaló que habían llegado más de 300 personas. Pero por las fotos de la cumbre y los senderos, creo que se quedaron cortos y anduvo más cerca de 500.

Leí con atención todos los comentarios del día del evento y del post sobre la suspensión del mismo. Y compartiré con ustedes algunas de mis observaciones.

El primer día hubo algunos tibios reclamos de corredores por la mala organización, pero en general predominó el "grande Fede" (cara visible del evento, no sé si será el estratega tras la idea) "grande tío Merrell" para arriba y para abajo. Cientos de queques volaron, como suele pasar en estos casos, la gente siempre rebaja su racionalidad por unas pocas chauchas y quiere ser amigui de cualquiera que tenga la más mínima cuota de poder, aunque sea insignificante.

Y cuando la comunidad del colegio Saint George reclamó por la cagada vial que dejaron, justo a la hora de entrada a clases. Los corredores en vez de hacer el mea culpa se lanzaron en picada en contra de los ricos, los dueños de Chile, esa gentuza ABC1 indolente que les aguó la fiesta del trail....bla, bla. Tienen una alta capacidad para mirarse el ombligo pero cero preocupación respecto a como sus acciones afectan al resto. No basta con decir que están haciendo deporte en la madrugada, como si fuera una licencia vale todo que los convierte en seres de luz. Es un comportamiento sospechosamente similar al veganismo.

Dejo fuera a las personas que vieron esto como una oportunidad de cubrir sus costos de implementos deportivos, era una bella ocasión. Pero de los ñuñoinos indolentes pasados a caca y de revoluciones, me reiré todo el año (tenía que escribirlo, jajajaja) Y espero que hayan ido en auto y que les hayan sacado un parte para que aprendan algo de respeto.

Las carreras masivas, incluso pequeñas actividades SI tienen un impacto en la naturaleza y en los lugares donde se desarrollan. Cuando voy temprano a unos de mis lugares favoritos cuyo acceso está bastante poblado, siempre tengo la precaución de no hablar fuerte, ni poner música mientras me equipo, ni poner la alarma del auto, ni dar portazos, porque los vecinos tienen derecho a dormir hasta más tarde los fines de semana. O en este caso, llegar con los niños a tiempo al colegio.

Así perdimos el acceso al Pochoco hace algunos años.

Better Call Saul

La marca indicó que volverá con el evento, pero no sean ilusos, no volverá en el mismo formato... Si es que vuelve.

¿Y ahora que? No soy abogado, pero como acá no hay un pago, no hay perjuicio que probar. Fue una mera promesa terminada por fuerza mayor. Los más enojados podrán hacer una denuncia en el Sernac y la marca para no echarse a la gente encima, les dará el 10% que obtuvieron en la primera fecha. No les dolerá porque en la estructura de costos, esos descuentos ya están super internalizados.

Vamos a lo triste

Ahora que el evento fue suspendido, el miércoles la rotonda estará desierta y el cerro Carbón también.

¿Para levantarnos temprano y hacer trail running, necesitamos a una marca, un buen premio, gente ondera, un enorme gentío, o es suficiente un sendero y un corredor en la soledad de la madrugada?

El Leproso